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La relación con Haití: posición del CONEP

Clave Digital
Marcos Peña
lunes, 08 de septiembre de 2008


El tema haitiano viene y va en la agenda nacional. Cobra vigencia por el seguimiento que le dé la comunidad internacional o por problemas políticos internos de esa nación o por situaciones que se generan en nuestro país en cuanto al trato o reconocimiento de derechos de sus ciudadanos. El reporte del CONEP publicado hace unos días, tiene la virtud de traer al tapete en estos momentos varios aspectos de la relación dominico-haitiana, como son lo comercial, migratorio, nacionalidad, contratación de trabajadores, entre otros que merecen ser discutidos. Aporta en grandes rasgos las posiciones mayormente antagónicas sobre estos temas y nos brinda lo que piensa esa organización empresarial. Es una contribución bastante aceptable.

Creo que al problema haitiano es preciso encontrarle una solución a largo plazo que resulte de un plan bilateral, reflejado en un acuerdo entre ambos países. Una solución en la que la mayoría de los dominicanos esté de acuerdo. Y para ello todos los ciudadanos debemos comprender que la presencia de ciudadanos haitianos en el país, sea de forma legal o ilegal, trabajadores permanentes o temporales, responde a la situación económica en Haití. Tal como dicho factor empuja a dominicanos a migrar hacia Estados Unidos o España. De ahí que es imprescindible mirar hacia atrás. Ahí está la causa y parte de la solución.

Debemos asimilar que la relación entre República Dominicana y Haití es indisoluble. Es un matrimonio sin divorcio. No se trata del vecino pobre al que miramos de lejos. Es el hermano pobre de cuya suerte queramos o no, somos también responsables. Con él debemos ser solidarios. Somos un país pobre, sí, y estamos para recibir ayuda más que para ayudar, pero estamos mejor posicionados que Haití por lo que debemos poner nuestro hombro aún fuere pequeño, para empujar en conjunto.

Es necesario decidir si asimilamos a los ciudadanos que nazcan en territorio dominicano hijos de inmigrantes legales o no, temporales o permanentes. El CONEP sugiere erradicar el ius solis de la Constitución. Esto es, que por nacer en República Dominicana no se adquiera la nacionalidad dominicana automáticamente. Esta decisión responde a la política migratoria de un país. Si es un país que quiere acrecentar la población, aplica el ius solis o una forma restringida de él. Yo creo en por lo menos una forma restringida del ius solis que otorgue el derecho de solicitar la nacionalidad a quien nazca en territorio dominicano pero no que la adquiera sin mediar decisión.

Por otro lado, lo relacionado con las condiciones de vida es algo que hay que mirar sin precipitación porque no solamente los haitianos en el país se encuentran en condiciones infrahumanas. También hay muchos dominicanos con igual sufrimiento, con sus necesidades básicas de salud, alimentación, techo y educación insatisfechas. No es justificación. Pero es que en muchos de esos casos la nacionalidad no es la causa. Los bateyes son otra cosa. Requieren, como dice el CONEP, la aplicación severa de las leyes laborales y la Constitución en cuanto a condiciones de trabajo.

El acuerdo bilateral debe mirar además el comercio y la migración y procurar que ello deje de ser un negocio lucrativo para contrabandistas de personas y mercancías.

El documento del CONEP pone la mayor carga en el gobierno, sin embargo los dominicanos tenemos nuestra cuota que debemos asumir porque sin entender y compartir la naturaleza y dimensión del problema, el gobierno solo no puede encontrar o aplicar una solución. Debemos mirar los haitianos como lo que son, ciudadanos con los que compartimos la misma isla. Como personas cuya suerte puede ser mejor y que se merecen un mejor hogar a lo cual debemos contribuir.


OPINION DE NUESTROS LECTORES
1 - Me parece muy ingenua su posiciòn. Los Dominicanos cuando emigran, saben que el lugar donde estàn NO LES PERTENECE. No es el caso de la migraciòn haitiana, que emigra a este paìs con la surrapa històrica de que este territorio antes le pertenecìa. En en el contexto de su artìculo no aparece el problema geopolìtico actual, que es importante y bàsico, ante el cual tanto los gobiernos del PRD y el PLD han sido miopes y dèbiles. Haitì es un narco estado y nos arrastra a su imagen y semejanza..

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