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Acudir en apoyo de Haití

Clace Digital / lunes, 22 de septiembre de 2008

EDITORIAL

La agricultura haitiana ha sido prácticamente destruida por las últimas cuatro tormentas tropicales que le han afectado en apenas tres dos semanas.

La triste realidad a la que se enfrenta Haití en estos momentos debe de conmover a la comunidad internacional, y en particular, a la República Dominicana.

La agricultura haitiana ha sido prácticamente destruida por las últimas cuatro tormentas tropicales que le han afectado en apenas tres dos semanas.

Las secuelas dejadas por las tormentas Fay, Gustav, Hanna e Ike sobre el territorio de la vecina nación no son comparables en nada a los desastres naturales que este pueblo ha sufrido en el pasado.
Esta tragedia viene sumarse al pesado fardo de una crisis económica, institucional y política que sufre Haití y que no le ha permitido levantarse para mejorar las condiciones de vida de su gente.

Es una nación intervenida por fuerzas de paz de las Naciones Unidas. Su sistema político es endeble, y su pobreza ancestral se ve afectada hoy más que nunca por estos cuatro fenómenos naturales, uno detrás del otro, que han desvastado su agricultura, su sistema de riego, su sistema vial.

Miles de personas padecen hambre y han perdido sus viviendas, quedando a la intemperie, desprotegidas, con un precario sistema de auxilio oficial.

Más de 400 personas han muerto como consecuencia del paso de las tormentas tropicales. Naciones Unidas ha hecho un llamado internacional para ayudar a Haití, pero apenas se han recaudado 2 millones de los 108 millones que se necesitan para la emergencia inmediata.

El gobierno haitiano al parecer carece de la capacidad para administrar la ayuda exterior. La desconfianza es uno de los problemas más serios que tienen los haitianos. Los caminos se les cierran, y la desesperación crece en la medida que pasan los días.

Mucha ayuda está fluyendo hacia Cuba, que igualmente ha sido terriblemente afectada por Ike, el huracán que le golpeó con más fuerza.

Menos ayuda fluye hacia Haití. La embajadora de los Estados Unidos, Janet Sanderson, ha dicho que gran parte del progreso que había tenido Haití en los últimos dos años lo hicieron desaparecer las inundaciones.

Los dominicanos estamos obligados a apoyar y ayudar a Haití en su tragedia. Además de que son nuestros vecinos más cercanos, hay que tomar en cuenta que una de las posibles puertas de salida a la he hecatombe que afecta a los haitianos es la frontera con la República Dominicana.

Por una cierto, una frontera con muchos agujeros, en la que es posible pasar sin grandes dificultades.

Pero más que el tema migratorio, más que la presencia masiva de haitianos en gran parte de nuestro territorio, está la realidad humana, la tragedia que causa espanto, y que está muy vinculada a la depredación a que ha sido sometida la ecología haitiana.

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